
Atrás quedó el período en el que el denominado “Grupo A” –conformado por grupos opositores, salvo Proyecto Sur y el resto de la centroizquierda, quienes se movían según su conveniencia- se imponía como mayoría en el Congreso Nacional y le hacía frente al oficialismo. El poder “K” se iba deteriorando poco a poco. El hecho desencadenante ocurrió en marzo de 2008, cien días después de que Cristina Fernández de Kirchner asumiera como Jefa de Estado. El entonces vicepresidente de la Nación Julio César Cobos se vio obligado a desempatar la votación de la resolución 125 impulsada por el poder Ejecutivo, que planteaba un aumento en las retenciones al sector agropecuario. Cobos, como presidente de la Cámara alta, optó por rechazar el proyecto oficialista.
Luego de ese episodio, en las elecciones de
junio de 2009, el kirchnerismo perdió la mayoría parlamentaria, cuando la
alianza entre el PRO y el peronismo disidente venció a Néstor Kirchner en la
provincia de Buenos Aires. Hasta diciembre de ese año, momento en el que se
realizaría el recambio en el Congreso, el oficialismo intentó aprovechar al
máximo la mayoría en el Congreso y decretó la Asignación Universal por Hijo y sancionó
la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. A fines de ese año, nació el
Grupo A, que trababa las sanciones de leyes oficialistas.
Como
consecuencia, en 2010 sólo se aprobaron 64 leyes -entre las que se encuentra la
ley de matrimonio igualitario, la protección de los glaciares y la seguridad
bancaria- cuando el promedio de la década anterior había sido de 125 leyes por
año.
Además, a principios de 2010, se había desatado otro escándalo cuando el Poder
Ejecutivo decidió pagar la deuda externa con reservas del Banco Central de la
República Argentina (BCRA) y removió de su cargo de presidente de la entidad a
Martín Redrado, que se oponía a la medida, para reemplazarlo por Mercedes Marcó
del Pont, que en ese momento estaba a cargo del Banco Nación.
Con la muerte del ex presidente Néstor
Kirchner, en octubre de 2010, la Jefa de Estado recibió un apoyo masivo del
pueblo, y si bien el kirchnerismo seguía siendo minoría en el Congreso, la
alianza del Grupo A comenzó a romperse. Sin embargo, en todo 2011, siguiendo
con la escasa productividad legislativa del año anterior, se sancionaron 79
leyes, de las cuales, 12 fueron aprobadas después del 10 de diciembre, cuando
Fernández de Kirchner reasumió como presidenta y el oficialismo recuperó la
mayoría parlamentaria.
El
pasado 3 de mayo, esta mayoría se notó cuando la Cámara de Diputados, con 208
votos a favor, 32 en contra y 5 abstenciones, convirtió en ley al proyecto impulsado
por Cristina Fernández de Kirchner para
expropiar el 51 por ciento de la acciones de la petrolera YPF, que
estaban en manos de la empresa española Repsol. El kirchnerismo obtuvo el
respaldo de la mayoría de los grupos opositores, algo inesperado hace dos años.
Además, se sancionaron por unanimidad la ley de Muerte Digna y la de Identidad
de Género.
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