miércoles, 18 de julio de 2012

La importancia de pertenecer


Por MB Canonico
La participación de personas con discapacidad en los medios de comunicación crece cada vez más. Sin embargo, muchas veces no se tienen en cuenta las medidas que se pueden tomar para fomentar la integración de este grupo de personas en todos los ámbitos de la sociedad. 
“Estar en los medios de comunicación, tal como está concebido hoy en día, es una manera de hacerse visible, de existir”, explica la  Dr. Liliana Pantano -socióloga, investigadora y Asesora y Consultora Nacional e Internacional en aspectos sociales de la discapacidad-. Además, sostiene que todos los individuos esperan que sus intereses sean recogidos por los medios, para que se genere un lugar de debate, de intercambio de información y de solución de problemas. En muchas ocasiones, las inquietudes de las personas discapacitadas no son captadas por la televisión, la radio y los medios gráficos.  
Ricardo Merino, miembro de COPIDIS (Comisión para la Plena Participación e Inclusión de las Personas con Discapacidad), denuncia que una de las fallas más frecuentes que cometen los medios de comunicación es que, en lugar de centrarse en las aptitudes de quienes poseen algún tipo de discapacidad, hacen hincapié en las limitaciones. “La discapacidad no es un tema masivo en los medios”, declara.
     Por otra parte, la Dr. Pantano señala: “hay una tendencia a mostrar a una persona discapacitada como fenómeno, problema, algo lastimero o, por el contrario, como héroes”. Y agrega que lo importante es mostrar a este grupo de personas como a cualquier otro ciudadano, con discapacidad y con necesidades particulares y  específicas, pero también con las mismas que tiene el resto de la sociedad, tales como educarse, trabajar y formar una familia.
     En referencia a los medios gráficos, la especialista manifiesta que lo ideal sería que en las notas sobre el día del padre, por ejemplo, aparezca un padre ciego o en silla de ruedas, pero no en su perfil de discapacitado, sino en su rol de papá. Otro ejemplo sería que cuando los medios cubren el primer día de clases, no sólo se exponga al niño rubio estereotipado, sino que se difunda la imagen de un chico con Síndrome de Down o uno parapléjico.
     A pesar de esto, Pantano también sostiene que para los medios ha sido un desafío mostrar la temática de la diversidad, dentro de la cual está la discapacidad, con mayor objetividad y equilibrio y, que en la actualidad, estas situaciones están más presentes.
     Un claro ejemplo del aumento de la participación de personas con distintas discapacidades en televisión es Showmatch. El programa de TV conducido por Marcelo Tinelli ha tenido como participantes del famoso certamen Bailando por un sueño en 2008 a Serafín Zubiri -un músico ciego español-; a Noelia Pompa –una bailarina de baja talla- que se consagró ganadora en 2011 y participa nuevamente este año, como también Reinaldo Ojeda –bailarín colombiano que nació sin su pierna izquierda- y Ayelén Barreiro –una joven con síndrome de Down-.
     A partir de algunas de las incorporaciones ya mencionadas, distintas organizaciones de personas discapacitadas y el INADI se manifestaron en contra, apelando que, muchas veces, se utilizaba a las personas con discapacidad para generar sensibilidad en el público o como objeto de burla.
     Liliana Pantano argumenta que toda persona discapacitada tiene derecho a participar, dejarse usar o no; como cualquier individuo de la sociedad tiene voz y voto, por lo cual debería poder usarlo y darse el lugar que le corresponda.
“No siempre son maltratadas por los medios. Muchas veces hay personas o grupos que se prestan o no ponen las cosas en su punto medio porque no pueden, no saben o les da igual”. Por eso mismo, para la especialista, la presencia de una persona con discapacidad en los medios de comunicación debe ser cabal y objetiva, ya que mostrar al individuo en su cotidianeidad contribuiría a generar mayor conciencia social; reconocimiento de sus derechos y obligaciones; y facilitaría respuestas de la sociedad, tanto para el trabajo, como para el ocio y el tiempo libre.
     Para Merino, tanto como para COPIDIS, la inclusión de personas con discapacidad en todos los ámbitos de la sociedad es fundamental. Por lo tanto,  el alcance que tiene el programa de Marcelo Tinelli a millones de hogares, ayuda a que el público rompa con los prejuicios y preconceptos que la sociedad tiene para con la discapacidad.


Los medios y la discapacidad desde adentro
  • Verónica González Bonet –licenciada en Sistemas y columnista sobre discapacidad en Visión 7, TV pública- es la única periodista ciega que trabaja frente a las cámaras de televisión en Argentina y una de las dos en el mundo.

“Cuando me di cuenta de que mi vocación era ser periodista, pensé que iba a ser más simple buscar trabajo en los medios que en el ámbito de la informática. Me llevé una sorpresa por el prejuicio que tienen en los medios privados ante la discapacidad. Evidentemente, tienen un mensaje y en la práctica el accionar es otro. En las entrevistas de trabajo me subestimaban; me decían que no había personas como yo en cámara. Por eso, no es casual que esté trabajando en la TV Pública, donde llegué a través de Jefatura de Gabinete.
     Para muchos, causa impacto ver a una persona discapacitada trabajando como periodista. Yo hago lo mismo que mis colegas: armo las entrevistas, elijo qué va en el informe y qué no, lo grabo y lo presento en el piso.
     Con mi trabajo en el noticiero intento que la gente deje de tener esa idea lastimosa de las personas discapacitadas; que vean que podemos desempeñarnos en todos los ámbitos de la sociedad como cualquier otra persona. Lo que más rescato de mi columna es que no es un programa específico sobre discapacidad, sino que es una sección inmersa en un programa de noticias. Esto hace que el público en general se informe sobre la temática. Sin embargo, es difícil hablar sobre temas que la gente no tiene ganas de tocar. Es diferente encarar una nota desde los derechos humanos, en lugar de abordarla con un perfil amarillo, como se acostumbra en los medios.
     Siguiendo con la línea de personas con discapacidad en los medios, no me parece mal que participen en programas como Showmatch, pero no me gusta el lugar en el que se las pone. Lo que hace Tinelli es amarillismo con la discapacidad. Lo hizo siempre. Enfoca a la discapacidad desde el lado de la lástima o la burla.
En las ficciones también es terrible como se presenta el tema. Muestran al discapacitado resentido porque tuvo un accidente y se volvió el más malo de los malos, o al que es un ser de luz, que es puro amor. Es lamentable. Las personas con discapacidad tenemos virtudes y defectos como cualquier otro, no somos seres extraordinarios o nada por el estilo. El imaginario social es que tener una discapacidad es terrible y que la única forma de ser feliz es no tenerla.
De todas formas, creo que con la implementación de la Ley de medios, pueden generarse más oportunidades para que aumente la participación de personas con discapacidades. Desde mi lugar de periodista, considero que lo mejor es integrarse en estructuras y no crear una estructura propia que contribuya a que la discapacidad se transforme en un gueto”.

  • Andrea Grassia es periodista. Trabajó en distintos medios gráficos, en radio; actualmente es asesora en la Legislatura porteña y miembro de la Biblioteca argentina para Ciegos (BAC)

“Decidí estudiar periodismo porque quería adquirir las herramientas necesarias para tener menos temores sobre lo que podía hacer o no en un trabajo. Una de las preocupaciones era formar parte de un  programa de televisión o hacer un móvil, creía que podía ser complicado conseguir entrevistas. Con la práctica me di cuenta de que todas las posibles dificultades se podían solucionar. Para cubrir un móvil, podía ir con alguien que viera para que me ayudara, o simplemente, podía realizar otras tareas; en la radio, no tenía problemas en el contacto con el operador técnico, ya que en lugar de manejarme con señas,  podía usar los auriculares.
Me di cuenta de que tenía que luchar contra varios prejuicios de otros periodistas y empleadores. Son cosas que les pasa a todos los trabajadores con discapacidad, sean profesionales o no. Es muy difícil romper con los preconceptos de la sociedad en general.
Muchas veces, los medios se llenan la boca hablando de la integración, pero a la hora de poner eso en práctica, en la cotidianeidad, no hablan desde los derechos y cómo resuelve una persona con discapacidad una dificultad para poder incluirse. A veces el periodismo se limita a cumplir un rol de denuncia, y olvida la cuestión social. Tendrían que difundir cómo tratar a una persona según la discapacidad que tenga, para evitar los prejuicios.
Hay muchas cosas importantes para las personas con discapacidad que no se informan y deberían comunicarse, como por ejemplo, leyes, herramientas para que puedan sentirse con derechos y reclamar para que estos se cumplan. Lamentablemente, somos las mismas personas con discapacidad las que tenemos que movernos para que se traten esos temas, porque es un tema que no vende y los periodistas que no tienen relación con la temática, no se encargan de transmitirlo.
Es común que se muestre a la persona con discapacidad desde varios aspectos: el de la caridad o el héroe, pero es muy raro que se difunda la imagen de una persona discapacitada en proceso de integración o inclusión, en el día a día con las adaptaciones que puede llegar a necesitar. Por ejemplo, una persona ciega usando el sistema braille, una computadora con lector de pantalla, en la escuela o en el trabajo; una persona en silla de ruedas movilizándose en una rampa y yendo a trabajar como cualquier otra. 
Si bien, creo que actualmente hay más personas con discapacidad en los medios, que antes no aparecían. Creo que éstas tendrían que aprovechar ese espacio para transmitir posibilidades de empleo y de inclusión. Está bueno mostrar a alguien que tiene talento para el canto o el baile. Me parece perfecto que aparezca en televisión haciendo algo en lo que se destaque, porque, así, se lo puede ver en la cotidianeidad del trabajo para el cual se capacitó.
Muchas veces los medios contribuyen a que haya “circunstancias discapacitantes” cuando muestran a la persona rebajada, mostrando sus miserias. Cuando la discapacidad se muestra a fin de que la gente piense “pobre, tiene un discapacidad”, no es para nada productivo. Todo depende del enfoque que se le de al tema. El problema reside en que para muchos es difícil pensar en la discapacidad como una dificultad y no como un padecimiento del cual no se puede salir.
En mi opinión, la ley de medios va a ser fundamental para que las personas discapacitadas se sientan integradas en los medios de comunicación. Por un lado, para que estén atentas para no quedarse afuera; pero también para la sociedad en general, porque todas las herramientas de distribución que la ley incorpora en el artículo 66 –lenguaje de señas, lenguaje simplificado, subtítulos, audio descripción- a la larga pueden generar mayor conciencia de las discapacidades. En el armado de dicho artículo hubo mucha participación de las instituciones de personas con discapacidad y eso es muy bueno”.

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